HISTEROSCOPIA

Un método diagnóstico que nos permite ver la cavidad uterina

La cavidad uterina es donde el embrión tiene que implantarse y donde estará durante 40 semanas de embarazo.

Bien es sabido que la importancia del embrión es mayor que la del ‘nido’ a la hora de conseguir un embarazo evolutivo, pero es importante conocer que la receptividad endometrial es adecuada. Para ello existen distintos métodos diagnósticos como la ecografía, la biopsia endometrial o la histeroscopia.

La histeroscopia consiste en introducir una pequeña cámara a través del cuello del útero para poder visualizar la cavidad en directo. Es un método diagnóstico que nos permite ver la cavidad uterina (cosa que con la ecografía tan sólo podemos intuir), y tratar aquellas patologías que puedan afectar a la implantación embrionaria.

2 tipos de histeroscopia:

  • Histeroscopia diagnóstica: Se realiza para valorar la cavidad uterina y resección de pequeñas anomalías como pólipos, adherencias o dilataciones cervicales. Se puede realizar en la consulta, y se realiza sin anestesia o anestesia local.
  • Histeroscopia quirúrgica: Se utiliza para resecar patologías de mayor tamaño, pólipos o miomas, tabiques uterinos, adenomiosis… Es necesaria una sedación porque la vaina que se utiliza es más gruesa y por lo tanto dolorosa. Se suele hacer en quirófano.

Se recomiendo en los siguientes casos:

  • Sospecha de patología intracavitaria en la ecografía: cuando la imagen del endometrio no es nítida se recomienda valorar la cavidad uterina en profundidad. Suelen ser habituales los pólipos endometriales, miomas, restos ovulares tras abortos o partos…
  • Fracaso de implantación: en el caso de transferir embriones de buena calidad y no conseguir embarazo, se recomienda una valoración de la cavidad uterina.
  • Abortos de repetición: Al igual que en el caso previo, se deben descartar patologías intracavitarias que puedan afectar al desarrollo embrionario adecuado.
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